Un testigo.
Súbitamente, ese vacío que sentiste al inicio se potenció.Dejó de ser algo que ocupaba el espacio mentalmente para convertirse en algo real y prácticamente palpable: podías sentirlo, olerlo, percibirlo. La consecuencia fue terrible: perdiste la mirada fija, siendo imposible constreñirla, centrarla en el objeto más próximo; un aroma impropio de un caballero como el que eres te invadió, rodeando a tu ser, como un halo nebuloso que mostraba cuán fétido te encontrabas en tu interior; era inútil intentar usar tu tacto, palpar el borde de la mesa o la base de la silla para que pudieses erguirte y demostrar que, pese a todo, seguías de pie.
No eras más que un objeto plenamente inanimado, aún y cuando tu respiración, lenta e insegura, pudiera existir para intentar probar lo contrario.
Fue ese vacío sentimental que te dejó impávido, era el quien ocupaba tu lugar, el que dominaba tu ser, mas, el que se convirtió en tu ser. ¿Cómo fue que te dominó? Difícil determinarlo. No es una relación causa-efecto que uno pueda identificar fácilmente para determinar en qué fallaste y acertaste. Simplemente, ocurrió, quedó claro que hay fuerzas superiores a las tuyas, que no eres capaz de evitarlo todo, de salir airoso en todas y cada una de las batallas que debes sostener.
Y sabes? Las ilusiones de que tu hada madrina, ángel de la guarda, manto protector, sister savior o como quieras llamar a quien invocaste como salvador metafísico, no son otra cosa que buenos pensamientos, porque no podrá salvarte; ese ser carece de la respuesta para el vacío que se ha apoderado de ti y que ahora te domina, que impide que llegue el relevo para comenzar a aplicarle una nueva contrallave para quitarte el castigo.
Tristemente, has olvidado que eres tu quien deberá dar vuelta a la situación. Eres tu quien posee esa contrallave mágica para destrabar lo que te oprime y te impide moverte. Ni siquiera yo que estoy aquí - y que al mismo no estoy para ti -, que veo lo que estás pasando, que noto como has perdido toda reacción y capacidad de construcción racional de soluciones ante un problema en particular, puedo ayudarte en modo alguno.
La cosa es que la respuesta la tienes tú. Eres quien sabe cual es la manera adecuada de enfrentar a tu terrible oponente, al némesis que te está causando tanto dolor. Es terrible que olvides que eres capaz de saltar un sinnúmero de obstáculos, tan sólo porque has permitido que el vacío minúsculo se apodere de ti.
Yo sólo te veo ahí, inmóvil, a un paso de caer hecho pedazos, cuando tu interior ha estado resquebrajado desde hace mucho, mucho tiempo, sin que hayas tenido la más remota idea de cómo rearmar los pedacitos de tu alma para hacerle frente al vacío mundanal que te ha jodido la existencia.
2 comments:
if you want it
They will come, John.
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